Hoy traigo una receta del baúl de los recuerdos: la Tarta de manzana que hacía mi madre. Son muchos los años que no la comía y a pesar del tiempo, recuerdo muy bien su sabor.
Lleva las manzanas dentro trituradas y por encima de decoración. Las más ricas para prepararla son las reineta por su sabor.
¿Te animas a preparar esta Tarta de manzana?
Ingredientes
2 huevos M
2 yogures de limón
4 o 5 manzanas
150 g azúcar blanco*
180 g harina
105 g aceite girasol*
½ cda. whisky
½ cdta. canela molida
pan rallado
mantequilla o spray antiadherente
mermelada
Raciones: 12 a 16
Duración: 1,5 horas
Dificultad:
Elaboración
Pelamos, troceamos y limpiamos 3 manzanas.
En un bol iremos mezclando las yemas con los yogures. Añadimos las manzanas troceadas que iremos triturando en la mezcla. Seguimos incorporando y batiendo poco a poco, azúcar, harina y aceite.
Por otro lado montamos las claras y las añadimos a la mezcla anterior con movimientos envolventes.
Cuando esté todo, le añadimos un chorrito de whisky, es opcional pero le da un gusto muy rico, y canela para darle un puntito más de sabor.
Horneado de la tarta de manzana
Enciende el horno a 180º C con calor arriba y abajo.
En un molde que untaremos de mantequilla o spray antiadherente y pan rallado verteremos la mezcla que se decorará con las otras 2 manzanas peladas y cortadas en gajitos para la decoración.
Con el horno ya caliente, metemos la tarta unos 50 minutos aproximados. Para saber si está hecha podemos pincharla con un palillo en el centro y si sale limpio ya podemos sacarla.
Como toque final si quieres, puedes untar ligeramente con una brocha la superficie con mermelada al gusto. Yo le he puesto de melocotón.
A mí me gusta fría, así que en cuanto ha perdido el calor del horno la meto en la nevera y la saco un ratito antes de comerla.
Notas
*La receta original indicaba 200 g de azúcar, pero opté por reducirla y para mí va bien así. Respecto al aceite puedes usar la de girasol o de oliva pero de sabor suave.
Cuando pensé en la tarta de mi cumpleaños de este año lo tuve claro: tarta de café y nueces. Barajé varias opciones entre bizcochos y cremas y finalmente ambas llevan café.
Lo más difícil del proceso es elegir la combinación de sabores y texturas para lograr el equilibrio de dulzor, sabor y palatabilidad. Esta combinación es creación propia y espero que si te animas a prepararla, sea de tu agrado.
Ingredientes
Para el bizcocho
4 huevos L
245 g azúcar blanco
230 g aceite de girasol
230 g leche entera
360 g harina de trigo
14 g levadura química
20 g pasta de café
1/2 cdta. sal
40 g nueces
Para el relleno
300 g nata 35% mg
150 g mascarpone
90 g azúcar glas
10 g pasta de café
Para la cobertura
100 g claras
200 g azúcar blanca
300 g mantequilla sin sal
Raciones: 12
Duración: 2 horas
Dificultad:
Elaboración
Bizcocho para la tarta de café
Engrasa los moldes con mantequilla y espolvorea harina sacudiendo el exceso, o usa espray. Pesa y prepara todos los ingredientes a temperatura ambiente.
Enciende el horno a 180ºC calor arriba y abajo.
Comenzamos batiendo los huevos a velocidad media hasta que estén espumosos. Son unos 5 minutos de batido aproximados. Añade el azúcar poco a poco y bate un minuto más.
Baja la velocidad al mínimo y añade en un hilo el aceite. Haz lo mismo con la leche y añade la pasta concentrada de café.
A continuación incorpora la mezcla de harina y polvos de hornear tamizada, las nueces molidas y la sal. Bate a velocidad baja hasta que se integre todo. Nos llevará apenas dos minutos.
Vierte la masa en los moldes engrasados, intentando repartirla bien. Mételos en el horno, posición dos (centrada) desde abajo con calor arriba y abajo. Según hayas usado dos, tres o cuatro moldes, el tiempo varía. En mi caso, con dos moldes de 18 cm fueron necesarios 40 minutos.
Recuerda no abrir nunca el horno antes de que haya pasado al menos la mitad del tiempo previsto. Para comprobar que están hechos, pincha con un palillo o una brocheta cada bizcocho. Debe salir limpio.
Sácalos del horno, deja que reposen 10 minutos. Pasado ese tiempo, desmolda y deja que se enfríen por completo en una rejilla.
Crema del relleno de café
Esta crema prefiero prepararla usando la batidora de mano con las varillas.
Es fundamental que tanto la nata como el queso estén muy fríos y el azúcar glas tamizado.
En un bol batimos el queso a velocidad alta hasta que deje de estar apelmazado. Añadimos la nata y batimos hasta que empiece a montarse, momento en el que incorporamos el azúcar tamizada y batimos un minuto suave con cuidado de no terminar cubiertos de azúcar. Añade la crema de café y termina de batir la crema sin excederte.
Una vez lista, la tapamos y a la nevera.
Buttercream de merengue suizo
Esta es la crema más suave que me he encontrado hasta la fecha. La única pega que puedo ponerle es el dulzor, pero bien combinada es una delicia al paladar. Trabajar con ella también es muy agradecido.
Aprendí a hacerla con este video de Quiero Cupcakes! Te recomiendo que le eches un vistazo para ver todo el proceso. Lleva tiempo de batido, así que aquí un robot de cocina es una gran ayuda.
Comenzamos poniendo las claras y el azúcar al baño maría. Remueve continuamente hasta que el azúcar se haya disuelto. Puedes comprobarlo tocando la mezcla o si usas un termómetro cuando alcance los 63ºC. Retira del fuego y cuela al pasarla al bol de la batidora.
Con el globo bate unos 5 minutos a velocidad media, sube a media alta durante 10 minutos más hasta lograr un merengue de picos firmes y brillantes.
Cambia el globo por la pala K para empezar a añadir la mantequilla cortada en cubitos.
Yo la puse a temperatura ambiente. La corto cuando está fría y la dejo fuera mientras hago todo el proceso hasta aquí. Comienza a echar poco a poco. Una vez que esté toda incorporada llega lo que yo llamo momento pánico, porque la mezcla pierde consistencia y parece cortada, pero conserva la calma que remonta.
Bate dos o tres minutos a velocidad media y tendrás una crema de mantequilla de merengue suizo (buttercream de merengue suizo, que también suele aparecer abreviado BCMS).
Montaje de la tarta de café y nueces
De los dos bizcochos, recorté las barrigas y con ayuda de una lira saqué dos discos de cada. Con ayuda de una manga pastelera hice un borde de BCMS. Luego rellené con la crema de café. Repite el proceso con todos los pisos. Es importante que tanto el primero que colocas como el último sean las bases, así que aseguras que sean lo más perfecto posibles.
Comprueba cada vez que coloques un piso que la tarta se mantiene lo más alineada que puedas.
Cuando hayas puesto el último disco mete en la nevera unos 20 minutos para que se afiance.
A partir de ahora nos queda la decoración de la tarta. Puedes dejarla tal cual, lo que se llama 'naked', cubrirla con la BCMS totalmente y luego decorarla al gusto, o teñir con colorante en gel.
En mi caso, como los Reyes Magos me regalaron un aerógrafo y estaba como loca por probarlo, me lancé a ello. No será mi mejor decoración, pero para ser la primera estoy satisfecha. Otras vendrán que la mejoren.
Corte de la tarta de café y nueces
Notas
Si quieres más presencia de las nueces puedes incorporarlas en trocitos en lugar de molidas.
Esta Tarta Dobos es un clásico de la repostería. La conocía pero no la había preparado nunca, ni tampoco probado. Así que busqué la receta original y encontré la receta ofrecida por el gremio de pasteleros húngaros de la Dobos torta. Gracias al traductor conseguí hacerme una idea bastante clara de la receta. El bizcocho es bastante fiel, básicamente un bizcocho genovés, y para la crema tuve que quedarme con la idea que le deslumbró: la crema francesa de mantequilla a la que se añadió chocolate.
La crema de mantequilla la hice siguiendo los pasos de Ettore Cioccia. Es una elaboración delicada pero maravillosa al degustarla. Por favor, sigue los pasos y atento a los puntos críticos.
Las cantidades son para un molde de 18 cm.
Ingredientes
Bizcocho
6 huevos M
100 g azúcar glas
100 g harina de trigo
35 g mantequilla sin sal
1 cdta. vainilla
Crema de mantequilla
8 yemas de huevo
250 g azúcar
250 g mantequilla
100 g agua
250 g chocolate repostería
Raciones: 10*
Duración: 2 horas
Dificultad:
Elaboración
Bizcocho genovés
Necesitamos los huevos y la mantequilla a temperatura ambiente y la harina tamizada.
Comenzamos con el batido de las 6 yemas con la mitad del azúcar, 50 g, hasta que blanqueen y estén esponjosas. Añadimos la vainilla y mezclamos.
Seguimos, batiendo las 6 claras y cuando empiecen a espumar echamos el azúcar poco a poco y seguimos hasta obtener una mezcla dura.
Echamos las yemas a las claras montadas y mezclamos con movimientos envolventes. Una vez unificada, añadimos la harina tamizada. Seguimos con suavidad hasta que no queden grumos. Por último echamos la mantequilla derretida pero no caliente.
Enciende el horno con calor arriba y abajo a 180ºC. Saca las bandejas.
Con ayuda de una manga pastelera con una boca pequeña vamos a echar la masa en un papel sulfurizado. Nos interesa que el bizcocho sea muy fino y teniendo en cuenta que se hinchará un poco en la cocción, corta apenas 8 mm de la punta de la manga. Ahora con paciencia ve haciendo líneas de masa homogéneas por toda la plancha del horno. Controla lo que presionas la manga y la velocidad. Yo cubrí dos y media.
La tarta Dobos se caracteriza por las múltiples capas finas de bizcocho. Así que necesitarás 6 discos de bizcocho, por lo que te recomiendo que los dibujes en el papel de horno y así te asegures obtenerlos echando la masa en ellos.
Con el horno caliente metemos una a una las bandejas o si tu horno te lo permite puedes hornear varias. En unos 12 minutos debería estar hecho y presentar un color doradito suave.
Saca, deja enfriar un par de minutos, coloca boca abajo y retira el papel de horno. Deja enfriar del todo sobre una rejilla.
Corta los discos y reserva el más bonito para cubrirlo con el caramelo.
Crema de mantequilla con chocolate
Una de las cosas más importantes a tener en cuenta en esta elaboración es la temperatura en cada paso. Así que atento.
De entrada necesitamos las yemas a temperatura ambiente, así que sácalos 1 hora antes de la nevera.
La mantequilla en punto pomada, es decir blanda que se hunda el dedo pero que no esté derretida.
Como vamos a echarle chocolate, lo primero que haremos será derretirlo al baño maría; ya sabes en un bol que no toque el agua encima de un cazo al fuego. Una vez derretido, lo retiramos del fuego y dejamos que se enfríe un poco. Debe estar a 35ºC cuando la incorporemos a la crema de mantequilla.
En la batidora vamos a echar las yemas de huevo a temperatura ambiente.
En un cazo ponemos el azúcar y agua solo para mojarla toda, no hace falta cubrirla ni echar toda la cantidad indicada, pero para que tengas un referente se indica. A fuego suave, lo dejamos hasta que rompa a hervir. Mantenemos al fuego hasta alcanzar los 120ºC. Cuando llegue a 110ºC ponemos las yemas a batir a velocidad media.
Una vez que el almíbar esté a 120ºC lo retiramos del fuego y esperamos un minuto. A continuación, bajamos la velocidad de batido de las yemas y vamos a echar un hilo fino, por las paredes del bol donde se baten las yemas. Es fundamental que sea por las paredes del bol, nunca directamente.
Subimos la velocidad y dejamos batiendo hasta que la mezcla se enfríe por completo. No tengas prisa. Debes tocar la pared del bol y no notar ni pizca de calor.
Continuamos incorporando poco a poco la mantequilla cortada en cuadros hasta obtener una crema suave y homogénea.
Ya tenemos nuestra crema lista para darle el sabor que queramos, en nuestro caso hoy, chocolate. Así que comprobamos que está entre 30 - 35ºC y se lo añadimos a la crema de mantequilla. Batimos solo hasta que quede homogénea, y listo. Tapa y guarda en la nevera hasta que la vayas a usar.
Caramelo
El caramelo es algo muy fácil de hacer, pero para mí una pesadilla. Basta con poner en un cazo a fuego medio, el agua y el azúcar. Durante el proceso no se remueve, solo se sacude suavemente el cazo. Poco a poco cogerá ese color dorado tan bonito. Avisos: quema mucho y se enfría enseguida. Así que debes disponer de lo necesario para lo que vayas a hacer.
En mi caso, tenía el disco de bizcocho encima de un papel de horno y el cuchillo para cortarlo de inmediato. Vierte el caramelo, extiende y corta los triángulos. Sepáralos con cuidado porque quema y deja que se enfríe.
Montaje
Sobre un disco o la fuente donde vayas a presentar la tarta dobos, pon un par de pegotes de crema y coloca el primer disco de bizcocho.
Ahora solo es poner crema de mantequilla de chocolate en una fina capa y discos de bizcocho. Acaba con una capa de crema. Cubre los laterales con crema y alisa toda la superficie. Si hace calor, mete la tarta y la crema en la nevera unos 30 minutos.
Finalmente y con ayuda de una manga con una boquilla decorativa haz tantas moñas equidistantes como triángulos decorativos de caramelo hayas hecho. Coloca los triángulos según ves en la foto y en el centro haz otra moña decorativa. ¡La tarta está lista!
Notas
El bizcocho genovés que lleva es de lo más simple en sabor, así que si prefieres una tarta más jugosa almibara el bizcocho. Basta con poner la misma cantidad de agua y azúcar al fuego, dejas que hierva un par de minutos y pincela los discos de bizcocho. 150 g de ambos debería ser suficiente.
He preparado esta tarta de vainilla varias veces y siempre la he dejado desnuda, es decir, dejando el bizcocho a la vista. Quería probar a cubrirla y me puse a experimentar un poco. Lo bueno es que con el sabor y textura que tiene se presta a todo.
Personalmente la prefiero sin cubrir porque el bizcocho me chifla.
Ingredientes
Para el bizcocho
4 huevos L
245 g azúcar blanco
230 g aceite de girasol
230 g leche entera
360 g harina de trigo
14 g levadura química
1,5 cdta. pasta vainilla
1/2 cdta. sal
Para la crema
400 ml nata 35%
200 g mascarpone
120 g azúcar glas
1 cdta. pasta de vainilla
5 g gelatina neutra*
30 g agua*
* opcional
Raciones: 12 a 16
Duración: 1,5 h más decoración
Dificultad:
Elaboración
Indicaciones previas para el bizcocho
Para preparar esta delicia de tarta de vainilla, vamos a empezar por el bizcocho. Necesitas que los huevos estén a temperatura ambiente y la leche templada. Tamiza la harina con la levadura química (polvos de hornear). Pesa el resto de ingredientes.
Te recomiendo que al menos uses dos moldes de 18 cm de diámetro desmoldables. Ideal sería tener 3, pero ya con dos podemos hacer los bizcochos y cortarlos. Las opciones están ahí. Tú eliges.
Uso un robot de cocina con el globo, pero se puede hacer perfectamente con una batidora de mano con varillas.
Bizcocho
Engrasa los moldes con mantequilla y espolvorea harina sacudiendo el exceso, o usa espray.
Enciende el horno a 180ºC calor arriba y abajo.
Comenzamos batiendo los huevos a velocidad media hasta que estén espumosos. Son unos 5 minutos de batido aproximados. Añade el azúcar poco a poco y bate un minuto más.
Baja la velocidad al mínimo y añade en un hilo el aceite. Haz lo mismo con la leche y añade la vainilla.
A continuación incorpora la mezcla de harina y polvos de hornear tamizada y la sal. Bate a velocidad baja hasta que se integre todo. Nos llevará apenas dos minutos.
Vierte la masa en los moldes engrasados, intentando repartirla bien. Mételos en el horno, posición dos (centrada) desde abajo con calor arriba y abajo. Según hayas usado dos, tres o cuatro moldes, el tiempo varía. En mi caso, con dos moldes de 18 cm fueron necesarios 35 minutos.
Recuerda no abrir nunca el horno antes de que haya pasado al menos la mitad del tiempo previsto. Para comprobar que están hechos, pincha con un palillo o una brocheta cada bizcocho. Debe salir limpio.
Sácalos del horno, deja que reposen 10 minutos. Pasado ese tiempo, desmolda y deja que se enfríen por completo en una rejilla.
Indicaciones previas para la crema
Es fundamental que tanto la nata como el queso estén muy fríos. Recomiendo tenerlos en la nevera al menos 24 horas y meterlos en el congelador 20 minutos antes de preparar la crema.
Tamiza el azúcar glas.
En la lista de ingredientes se indica usar gelatina neutra en polvo. No es imprescindible pero ayuda a dar consistencia a la crema, sobre todo cuando hace calor, aunque la tarta hay que conservarla en la nevera hasta su consumo.
Para prepararla prefiero usar la batidora de varillas.
Crema
Comenzamos ya con la crema de vainilla. En un vasito echa el agua y la gelatina para que se hidrate. Remueve y deja que repose entre 5 y 10 minutos.
Para usarla tenemos que derretirla en el microondas y esperar que se temple, así que hazlo antes de seguir.
En un bol batimos el queso a velocidad alta hasta que deje de estar apelmazado. Añadimos la nata y batimos hasta que empiece a montarse, momento en el que incorporamos el azúcar tamizada y batimos un minuto suave con cuidado de no terminar cubiertos de azúcar. Añade la vainilla.
Importante. Llegados a este punto vamos a verter la gelatina que estará derretida y templada. Para ello echaremos un hilito del líquido entre las varillas para que no se hagan grumos. Batimos hasta que se monte. Ojo con pasarse que se nos corta y habría que volver a empezar.
Una vez lista, la tapamos y a la nevera.
Indicaciones previas para el montaje de la tarta de vainilla
Necesitamos una base giratoria para poder cubrirla, una espátula, manga pastelera, paciencia y espacio en la nevera para meter la tarta.
Corta la parte superior de los bizcochos para quitarles la barriga y que queden planos. Corta los bizcochos por la mitad para obtener las cuatro capas que necesitamos.
Sobre una base plana, pon tres puntos de crema y encima el primer bizcocho. ¿Cuál? Pues una de las dos bases, la otra va en la parte superior, así que ahora coge la menos perfecta de las dos.
Para echar la crema, la manga pastelera ayuda a que sea más uniforme, así que te recomiendo que la uses. Cubre dibujando una espiral. Hazlo así con los demás pisos y en el último, pon la base que reservamos pero del revés para asegurar que quede liso.
Con esto ya tenemos la tarta montada. Cubre con una fina capa de crema, lo que se conoce como ‘cubremigas’. Echa un poco de crema en zigzag en los laterales de la tarta y con ayuda de la espátula repártela hasta cubrir ligeramente. Guarda en la nevera 30 minutos.
Echa otra capa con más cantidad de crema y alisa. A partir de este momento lo que nos falta es la decoración que quieras hacer. Esta vez, hice una ganaché de chocolate blanco para decorarla con los goterones. 30 g de nata y 90 g de chocolate blanco. Calienta la nata, viértela sobre el chocolate y mezcla. Deja enfriar un poco. Necesitamos que esté algo espesa pero que caiga. Cubre la parte superior y haz las gotas una a una en el borde.
Esta foto es de la misma tarta de vainilla pero solo con dos capa, un montón de crema en medio y en la parte superior. Queda muy bonita así sin cubrir, pero la cantidad de crema te recomiendo que no sea tanta porque al comerla se hace más pesada.
Lo ideal sería hacer 3 o 4 capas de bizcochos y usar manga para que la crema vista quede con formas bonitas.
Notas
La receta original es de Pamela de 'Quiero cupcakes'. En este vídeo suyo prepara el bizcocho para hacer otra tarta, pero te puede ayudar a ver el proceso e inspirarte para decorarla.
Hace unas semanas preparé una Tarta Ópera que me gustó más de lo que esperaba. Me sedujo bastante el concepto de las capas finas de diversos sabores. Así que desde entonces llevo con la idea de hacer algo del estilo y aquí está lo que ideé, la 'Tarta Opereta'.
Tiene elementos comunes como son el bizcocho gioconda, que me parece una delicia, y la ganache de chocolate. La receta es larga y para que no te pierdas iré dando los ingredientes de cada capa junto con su elaboración. También es importante el orden en el que preparamos todo; de hecho se empieza por la última capa, el glaseado espejo.
Hay elaboraciones que he seguido tal cual de su creador y como están incluso con vídeo prefiero que lo veas directamente del autor. Te lo iré enlazando para que se te abra en otra ventana y no te pierdas.
Lo ideal es preparar en un día el glaseado y el bizcocho, para el siguiente hacer el resto y montar la tarta.
Un detalle importante es que necesitamos un molde sin base, solo el aro, para montar la Tarta Opereta. En esta ocasión usé tres distintos: uno redondo de 12 cm de diámetro, uno de corazón de 9 cm y otro corazoncito de 5 cm, del que pude hacer dos. Si no quieres complicarte tanto puedes hacer una sola pieza de 20 x 12 cm con la plancha de bizcocho indicada.
50 g agua
100 g azúcar blanco
100 g azúcar invertido
65 g leche condensada
100 g chocolate blanco
6 g gelatina
colorante rojo
Te recomiendo ver el vídeo. Los pasos, brevemente, son:
Hidratar las láminas de gelatina primero en agua fría y luego echarla en 36 g de agua caliente.
En un cazo ponemos agua, azúcar invertido y azúcar, hasta alcanzar los 103ºC.
Añadimos la mezcla a la leche condensada y batimos.
Echamos inmediatamente el chocolate y mezclamos bien.
Incorporamos la gelatina disuelta en el agua caliente. Batimos hasta que no queden grumos.
Por último echamos el colorante poco a poco hasta conseguir el color deseado.
Colamos y guardamos en una jarra en la nevera hasta el día siguiente para que espese. Para usarlo lo iremos calentando, poco a poco, en el microondas y batiendo enérgicamente hasta alcanzar los 30ºC y sin grumos.
Segunda elaboración: bizcocho Gioconda 25 x 39 cm, en bandeja de horno
Ingredientes para esa plancha de bizcocho que no es el tamaño de la tarta.
3 huevos M temperatura ambiente
105 g azúcar glas
105 g almendras molidas (harina de almendras)
2 claras M
pizca de sal
17 g harina de trigo
17 g mantequilla sin sal derretida
Este bizcocho es también de Ettore Cioccia y creo que no volveré a hacer el genovés en la vida conociendo este. Lo he adaptado al tamaño de la bandeja del horno.
Encendemos el horno a 180ºC para calentarlo.
Comenzamos poniendo los huevos en el recipiente de la batidora, añadimos el azúcar y laharina de almendras. Batimos hasta obtener una mezcla espumosa que doble su volumen. Reservamos.
En un bol batimos las claras de huevo con una pizca de sal a punto de nieve bien firmes.
Tamizamos la harina sobre la mezcla reservada y con una espátula de silicona suavemente unificamos. Le incorporamos suavemente las claras montadas, y por último la mantequilla derretida.
Colocamos un papel vegetal sobre la bandeja a usar y vertemos la masa extendiéndola de manera que nos quede uniforme, por un lado para una cocción uniforme, y por otro para que las capas nos queden iguales. Dejamos de 10 a 15 minutos en el horno, hasta que esté hecho y tenga un poco de color.
Sacamos del horno, y colocamos boca abajo con cuidado sobre otro papel vegetal para poder despegarlo. Deja unos minutos antes de proceder y luego deja enfriar por completo antes de manipularlo.
Una vez frío, cortamos los tres trozos de bizcocho que necesitamos para las capas de la Tarta Opereta. Tanto si haces una tarta o cortas con moldes diferentes, asegúrate de conseguir tres capas de cada uno. Si alguna no te sale completa puedes formarla con dos piezas y esa capa colocarla en segunda posición al montarla. No se va a notar.
Tercera elaboración: crema de fresas
Ingredientes
500 g fresas
120 g azúcar blanca
125 g mascarpone
125 g nata para montar muy fría
4 hojas de gelatina neutra (8 g)
Lavamos las fresas y les quitamos el tallo verde. Cortamos en 4 y ponemos en un cazo junto con 120 g de azúcar a fuego medio.
Hidratamos la gelatina en agua fría.
Dejaremos las fresas al fuego removiendo a ratos durante unos 12 minutos. Es suficiente con que se ablanden. Reservamos 4 cucharadas del almíbar de fresas antes de batirlas para el sirope. Batimos, colamos y añadimos la gelatina escurrida. Removemos para que se disuelva bien sin dejar grumos. Dejamos que se temple.
Batimos el mascarpone y añadimos las fresas batidas coladas por dos veces. En otro bol, semi montamos la nata y añadimos a la mezcla de fresas y mascarpone. Con una espátula de silicona y con movimientos envolventes unificamos la mezcla. Reservamos en la nevera.
Cuarta elaboración: jarabe de fresas
Ingredientes
200 g cava rosa
almíbar de fresas reservado
Mezclamos y ponemos todo en un cazo a fuego medio durante unos 10 minutos. Apartamos, pasamos a un bol y dejamos que se enfríe antes de usarlo.
Quinta elaboración: ganache de chocolate negro
Ingredientes
160 g chocolate negro
160 g nata
40 g mantequilla sin sal
15 ml de cava rosa
Troceamos el chocolate negro pequeño y lo ponemos en un bol. En un cazo calentamos la nata y la vertemos sobre el chocolate. Con una espátula removemos hasta que el chocolate se funda y tengamos una textura homogénea. Añadimos el cava y mezclamos. Por último se incorpora la mantequilla cortada en dados y mezclamos hasta que se integre. Reservamos.
El ganache se volverá espeso con el paso del tiempo. Si no puedes extenderlo fácilmente mételo unos 10 segundo en el microondas, remueve y comprueba si así te sirve. Repite la operación en tantas breves.
Sexta preparación: impermeabilización
Ingrediente
70 g chocolate negro
Derretimos el chocolate y con un pincel cubrimos una de las capas de bizcocho. El chocolate se endurecerá lo que le dará un punto crujiente a la base de la masa e impedirá que el bizcocho se deshaga con lo que añadiremos.
Y por fin, ¡montamos la Tarta Opereta!
Corte de la Tarta Opereta
En el molde que vamos a montar la Tarta Opereta ponemos en primer lugar la capa de bizcocho con chocolate hacia abajo. Con ayuda de un pincel la emborrachamos con el jarabe que ya estará frío.
Echamos una capa de crema de fresa y la extendemos rellenando toda la superficie. Debe quedar fina y uniforme.
Ponemos ahora la segunda capa de bizcocho que también emborrachamos de jarabe. Apretamos ligeramente para que no queden huecos.
Añadimos una capa de ganache, que al igual que la de fresa debemos asegurarnos de cubrir toda la capa.
Toca ya la tercera capa de bizcocho, apretamos suavemente y emborrachamos bien de jarabe.
Echamos la última capa que será de fresa. Debe ser un poco más gruesa que las anteriores y debemos dejar lo más lisa posible pues de lo bien que quede dependerá que nuestro glaseado tenga un mejor acabado.
Metemos en el congelador entre 3 y 5 horas para asegurarnos que está bien frío y con consistencia para poder manipularlo sin que se desmorone.
Desmoldamos, colocamos una bandeja para poder recoger el glaseado y no ponerlo todo perdido, un molde más pequeño que nuestra tarta sobre el que la colocaremos y vertemos el glaseado rojo cubriendo bien toda la tarta. Recuerda que la tarta debe estar congelada y el glaseado a 30ºC. Dejamos que escurra y colocamos en una fuente en la nevera hasta que se descongele y poder disfrutar de todos sus sabores: en cada bocado saldrá la fresa, el cava, el chocolate suave... Si te apetece como a mí darle una textura más, puedes decorar con unos dados de almendra. Conserva en la nevera hasta el momento de su consumo.
El resultado bien vale el tiempo invertido, pero tendrás que hacerla para comprobarlo.
A vueltas con el chocolate, lo sé, pero es pasión y una versión a mi gusto más ligera que la tarta que ya publiqué. Es cuestión de paladares y así tú elijes. Esta tiene un acabado más trabajado con la temática de Halloween. Sabes que huyo de las cosas asquerosillas y prefiero hacer cosas más divertidas.
La tarta base es una receta que aprendí de Pamela de 'Quiero cupcakes'. Los huesos son cosa mía.
Ingredientes
Bizcocho
4 huevos L
430 g azúcar
200 g aceite suave
50 g leche entera
1 cdta vainilla
320 g harina trigo
80 g cacao polvo
7 g impulsor
1 g sal
160 g agua o café caliente
Crema
380 g mantequilla sin sal
380 g azúcar glas fino
90 g cacao polvo
1 cdta vainilla
50 g leche entera
Raciones: 16
Duración: Un par de horas de trabajo y otras tantas de reposos
Dificultad:
Elaboración
Consejos previos
Pesa todos los ingredientes, tamizando el cacao, el impulsor y la harina, juntos. Puedes usar dos moldes de 18 cm de diámetro que sean altos o bien 3 que pueden ser más bajos. La diferencia estará en el número de capas y el grosor de las mismas. Para mí dos capas son suficientes, pero lo dejo a tu gusto. Incluso puedes usar 2 de 20 cm; será más baja, eso sí.
El azúcar glas de la crema asegúrate que sea fino, lo que se vende como 'icing sugar'. El azúcar glas tal cual que se vende en algunos supermercados no se disuelve bien y se nota a la hora de comer la crema.
El cacao debe ser sin azúcar, ojo, no sirve el cacao que se le añade a la leche.
Bizcocho
Comenzamos por el bizcocho. Engrasa los moldes que hayas elegido y enciende el horno con calor arriba y abajo a 180 C. Batimos los huevos a velocidad media hasta que estén espumosos y hayan blanqueado. Añadimos el azúcar y batimos un par de minutos.
Con la velocidad al mínimo incorpora el aceite despacio, luego la leche con la vainilla. Bate hasta que esté homogéneo. Agregamos la mezcla tamizada y mezclamos unificando la masa. Añade la pizca de sal.
Por último, incorporamos el agua caliente y batimos despacio. Una vez uniforme podemos repartirla por igual en los modes. Con el horno ya caliente, hornea los bizcochos durante 35 minutos, aunque dependerá de los moldes utilizados.
Antes de sacarlos comprueba con un palillo que están hechos; los pinchas en el centro y si el palillo sale limpio puedes sacarlos. Cuidado porque si no has repartido bien la masa puede que uno esté hecho y otro no.
Espera 10 minutos y desmóldalos. Deja que se enfríen por completo sobre una rejilla.
Para la crema
Batimos la mantequilla a velocidad medio alta unos 5 minutos. Tiene que quedar cremosa. Bajamos la velocidad, añadimos el azúcar glas y el cacao, todo tamizado para evitar grumos. Subimos a velocidad media y dejamos que se mezclen bien varios minutos antes de añadir la vainilla y la leche. Una vez esté homogénea ya podemos pasarla a una manga pastelera con una boca lisa ancha o directamente sin boquilla.
Huesos
Los huesos están hechos con un molde de plástico de Wilton y chocolate blanco.
Montaje de la tarta
Con los bizcochos ya fríos, corta la barriga que se haya formado con una lira. Guarda esos trozos. Coloca uno de los bizcochos y mete algunos huesos. Cubre con una capa de crema haciendo una espiral asegurándote con una espátula que no queden huecos. En el otro bizcocho mete también algunos huesos y colócalo dejando la parte lisa hacia arriba.
Ya solo nos queda poner una capa ligera de crema y pasar una espátula para hacer los que se llama la cubremigas. Es una capa fina para evitar que nos caigan migas en fases posteriores. Metemos en la nevera media hora.
Ahora sí cubrimos la tarta toda a la redonda con una capa de crema y alisamos. Queremos que queden zonas más profundas y para ello ponemos crema en la franja alta y en la baja de forma irregular y así al alisar nos quedarán esos huecos donde colocaremos los esqueletos. En la parte superior también ponemos crema y alisamos mientras hacemos el lateral. Todo a la vez. Aún los bordes lisos se me resisten, pero es cuestión de práctica, así que más tartas vendrán.
Lo ideal es hacer todo ese proceso dejando la tarta en la nevera unos 20 minutos al menos antes de hacer la siguiente capa.
En la parte superior ponemos las migas de las barrigas cortadas simulando tierra. Es cuestión ya de los huesos que tengas y cómo quieras repartirlos; es la parte más divertida de todas y ya acabamos.
Consérvala en la nevera aunque para comerla me gusta sacarla unos 20 minutos antes para que no esté muy fría.
Nota:
Depués de hacerla un par de veces más, hay una mejora que hacerle. Corta cada bizcocho en dos de forma que obtengas 4 capas. Es más rico comerlo así, pero ojo que la crema queda justa.
El impulsor, es lo que se suele llamar levadura química o levadura royal.
Hoy traigo una de esas recetas facilonas: los tres chocolates. Me había resistido a prepararla porque no me resultaba interesante a pesar de las maravillas que contaban. Pues por fin la hice, primero en tarta y luego en vasitos. Prefiero la presentación individual aunque personalmente no es una receta que me vuelva loca, pero que eso no te desanime porque gustó a todos.
El proceso es el mismo en ambos casos, solo cambian las cantidades. Hice 8 vasitos de 125 ml con las cantidades indicadas. Si quieres preparar la tarta solo tienes que duplicarlas y usar un molde de 24 cm desmoldable.
Ingredientes
150 g galletas de mantequilla con 1/2 cdta de sal
30 ml leche
Primera capa
100 g chocolate negro
125 g nata líquida para montar
125 g leche entera
6 g cuajada en polvo
Segunda capa
100 g chocolate con leche
125 g nata líquida para montar
125 g leche entera
6 g cuajada en polvo
Tercera capa
100 g chocolate blanco
125 g nata líquida para montar
125 g leche entera
6 g cuajada en polvo
Raciones: 8
Duración: 45 min
Dificultad:
Elaboración
Comenzamos preparando las galletas para la base. Para hacerlas polvo las metí en una bolsa con cierre zip y las aplasté con un rodillo. Las galletas son las de mantequilla que hago habitualmente, así que para que no quede demasiado mantecosa cuando las troceo solo añado leche para humedecerlas. Si utilizas galletas tipo digestive o prefieres unas maría clásicas, puedes derretir unos 30 g de mantequilla con sal para hacer la mezcla.
Echamos en cada recipiente una cucharada y aplastamos con el dedo.
Vamos ahora con la primera capa. Mezclamos 45g de leche con los 6 g de cuajada y removemos para eliminar cualquier grumo. Mi truco es usar un batidor de esos a pilas que espuman la leche, así en unos segundos me aseguro de no tener grumos. Si no lo tienes dedícale un par de minutos para deshacerlos con ayuda de una cuchara.
Ponemos un cazo al fuego con la nata y 80 g de leche. Dejamos que se caliente y añadimos el chocolate negro troceado. Removemos continuamente hasta que se derrita por completo. Incorporamos la cuajada disuelta en la leche y seguimos moviendo hasta que hierva. Esperamos dos minutos para dar tiempo a la cuajada.
Echamos dos cucharadas en cada vasito sin demorarnos porque empieza a cuajar rápidamente.
Siguientes capas
Lavamos los utensilios y repetimos el proceso con los otros dos chocolates. Así le das tiempo a que cuaje. Comprueba que haya espesado antes de echar la siguiente capa.
Cuando llenes los vasitos puedes jugar y añadir más o menos cantidad de cada chocolate para adaptarlo al gusto de los chocolateros que vayan a comerlo.
Si quieres preparar la tarta de tres chocolates, duplica las cantidades. Lo más importante es que cuando vayas a verter las sucesivas capas de chocolate uses un cucharón del revés y a baja altura, para que caiga suavemente y no se mezcle con la capa previa. Guarda en la nevera al menos 4 horas para que se enfríe bien. Desmolda y a disfrutar, pero en porciones pequeñas que no un postre ligero.
La receta en la que me inspiré es la del blog 'De flores comestibles' que ella prepara en Thermomix, por si prefieres hacerla con la maquinita.
Hace tiempo que vi este pastel inteligente y me llamó la atención. Es un pastel de origen rumano que me he traído al lado oscuro... ¡del chocolate! No tengo remedio. Prometo hacerlo sin chocolate, pero ya veré con qué.
La mejor capa para mí es la central. Está a medio camino entre la textura del flan y las natillas; una auténtica delicia. La superior es un suave bizcocho y en la base se forma una delgada capa densa tipo pudin. Y todo esto, lo hace el propio pastel al horno, por eso lo llaman inteligente o mágico.
Pesa y tamiza los ingredientes en polvo. Los huevos deben estar a temperatura ambiente y la leche tibia.
Preparamos el molde con mantequilla y harina, o spray antiadherente. Aviso que la mezcla resultante es líquida, por lo que asegúrate que el molde no tenga fugas. He usado un desmoldable poniendo papel sulfurizado forrando la base.
Derretimos la mantequilla en el microondas con poca potencia y 20 segundos cada vez. Ojo con dejarla mucho tiempo porque salta y lo pone todo perdido o te puedes quemar al sacarla. Otra opción es derretirla a fuego suave. La reservamos porque para usarla deberá enfriarse.
Encendemos el horno para calentarlo a 180oC.
A continuación, separamos las claras de las yemas. Batimos las yemas con el azúcar, añadimos el agua y la vainilla mientras removemos. La mantequilla ya se habrá enfriado y podemos incorporarla. Cuando ya esté la mezcla uniforme, añadimos tamizados el cacao, la harina y la sal poco a poco sin dejar de remover.
Llega el turno de la leche que también incorporamos poco a poco. Toda la mezcla debería estar lista en unos dos minutos. En otro bol monta las claras a punto de nieve. Una vez montadas, las vamos a ir añadiendo por partes en la mezcla con cacao, que a partir de este punto batiremos a mano y con movimientos suaves para que las claras no se bajen. Comenzamos con solo dos cucharadas de las claras, removemos con movimientos envolventes. Añadimos la mitad de las claras montadas, removemos y finalmente echamos el resto de las claras. Es importante que no removamos con brusquedad pero que no queden grumos de claras porque se nos quedarían blancos en la masa y no es agradable.
Horneado
Finalmente, metemos el pastel al horno que estará a 180oC . Mantenemos esa temperatura durante 10 minutos. Luego bajamos a 160oC durante 50 minutos.
Pasado el tiempo, pinchamos para comprobar que está hecho y sacamos del horno. Lo dejaremos en el molde hasta que se enfríe por completo para meterlo en la nevera donde debemos conservarlo tapado.
Notas
Si haces el pastel inteligente en un molde rectangular puedes cortar porciones cuadradas como hacemos con el brownie. En mi caso, con un molde redondo, lo partí como una tarta sin más tras desmoldarlo.
Molde usado: uno de 18 cm de diámetro y el pastel subió 6 cm durante el horneado. Al enfriarse bajó un poco.
Hay quien le espolvorea cacao o azúcar glas. Eso lo dejo a tu gusto. Yo no le puse.
La cantidad de azúcar la reduje respecto a la receta seguida que indicaba 150 g. Para mí con 120 g conserva un punto de amargor del chocolate muy apetecible, pero supongo que habrá paladares a los que le resulte amargo. He visto otras recetas con mucha más, así que hazlo a tu medida.
Sé que la tarta fría de queso es una clásica archiconocida, pero aún así quiero contarte cómo la hago yo. Hay muchísimas versiones pero la particularidad de esta es el toque de la gelatina de limón. Además no lleva azúcar añadida y créeme que no la necesita. Así que si quieres una apuesta segura y sin horno, esta es tu receta.
Ingredientes
400 ml nata líquida
400 g queso de untar
200 g agua
1 sobre gelatina de limón
110 g mantequilla
200 g galletas maría
250 g mermelada de arándanos
Raciones: 10
Duración: 15 minutos
Dificultad:
Elaboración
Para hacer esta tarta fría de queso necesitamos un molde redondo desmontable. La receta es para uno de 24 cm de diámetro.
Comenzamos con la base que es de galletas. Para ello uso la batidora de mano con su triturador, consiguiendo así que se hagan polvo. Luego añadimos la mantequilla a punto pomada a las galletas trituradas y lo mezclamos bien a mano hasta que la masa quede homogénea. La extendemos en el fondo del molde y presionamos suavemente.
En un bol echamos la nata líquida muy fría y batimos bien para que el resultado sea cremoso. Añadimos el queso en crema y mezclamos asegurándonos que no queden grumos.
Ponemos 200 g de agua a hervir. Cuando lo haga, retiramos del fuego, añadimos el sobre de gelatina de limón y lo disolvemos bien. Una vez disuelto lo incorporamos al bol con la nata y el queso, batimos todo hasta conseguir una mezcla homogénea.
Finalmente vertemos en el molde y guardamos en la nevera para que cuaje bien. Si puedes déjala toda la noche o al menos 6 horas. Mete también la mermelada a enfriar.
Una vez bien fría, con cuidado, echamos la mermelada por encima. Personalmente prefiero la de arándanos, pero puedes poner fresa que es la que lleva la tarta de la foto, frambuesa o cerezas, por ejemplo.
Ya solo queda desmoldar con cuidado y servir, aunque está más rica al día siguiente. Si ves que al abrir el molde se te empieza a romper porque se te queda pegada, pasa con cuidado una pala plana por todo el borde. Un truco sería poner acetato o papel de horno bien estirado. Elige la opción que mejor se te adapte. ¡Que la disfrutes!
Cuando pienso en tarta de chocolate, este es el sabor y la textura que espero. Por fin la he encontrado. Es una tarta densa y con sabor de verdad a chocolate. Toda de chocolate, hoy nada de mezcla de sabores.
Te recomiendo leer toda la receta para que decidas qué molde utilizar antes de meterte en faena.
Ingredientes
Para el bizcocho
350 g panela
195 g harina de trigo
85 g cacao en polvo
5 g levadura
10 g bicarbonato de sodio
4 g sal fina
2 huevos M
240 g leche entera
120 g aceite vegetal
2 cucharaditas de extracto de vainilla
240 g agua hirviendo
Para la crema
175 g mantequilla
115 g cacao en polvo
300 g azúcar en polvo
120 g leche entera
1,5 cucharadita de extracto de vainilla
Raciones: 10
Duración: 2 horas
Dificultad:
Elaboración
Empezamos con el bizcocho
Enciende el horno a 180°C. Engrasa el molde con spray antiadherente o mantequilla y cacao. Aquí puedes optar por usar tres moldes y hacer los tres bizcochos ya separados o uno solo y luego cortarlo. Yo usé uno de 18 cm de diámetro y 9 cm de alto.
Comenzamos echando en un bol el azúcar y los siguientes ingredientes tamizados: harina, cacao, levadura y bicarbonato. Mezclamos.
Ponemos el agua al fuego hasta que hierva.
Mientras tanto vamos añadiendo al bol y batiendo: la sal, los huevos ligeramente batidos, leche, aceite y la vainilla. Batimos todo junto a velocidad media unos 2 minutos.
Ahora con cuidado agregamos el agua hirviendo y removemos con una varilla manual porque la masa es muy líquida y aún a velocidad baja te puede salpicar y quemar.
Siguiente paso: el molde
Un detalle importante: la masa que vamos a obtener es muy líquida, así que si usas un desmoldable, asegúrate que no tenga fugas. Idea: coloca papel de hornear en la base y luego coloca el aro. De ese modo los pequeños escapes quedan cerrados.
Vertemos la mezcla en el molde e introducimos en el horno que ya debería estar caliente. Segunda posición desde abajo, media baja, durante 75 minutos a 180°C. Si utilizas tres moldes el tiempo se reduce a 30 minutos. Para comprobar que está hecho, pinchamos en el centro con un palillo largo y si sale limpio, podemos sacarlo del horno.
Esperamos 10 minutos y desmoldamos, dejando que se enfríe por completo en una rejilla.
Preparamos la crema para el relleno y cobertura
Para hacer la crema necesitamos la mantequilla a punto pomada. La echamos en el bol junto con el cacao y batimos. Añadimos alternativamente el azúcar en polvo tamizada varias veces y la leche; esto es azúcar, leche, azúcar, leche y azúcar. Mientras más se bata menos notaremos los cristales de azúcar al comer, así que no tengas prisa. Por último añadimos la vainilla.
Montamos la tarta de chocolate
Con el bizcocho ya frío hacemos dos cortes para tener nuestras 3 capas de pastel. Coloca la base y añade una generosa capa de crema, extiéndela y repite el proceso. Finalmente para la decoración exterior algo muy sencillo, solo tienes que cubrir la tarta y con una cuchara dar toques para conseguir el aspecto de la foto.
Una vez acabada guárdala en la nevera y, ¡que la disfrutes!