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Bizcochitos de Halloween

Bizcochitos de calabaza

Estos bizcochitos de calabaza especiada son una propuesta fácil para este Halloween. Tenía en mente otra idea pero ante este molde tan simpático no pude más que sucumbir y no dar más vueltas. Prometo investigar y aprender más para hacer lo que ideé.

  • Ingredientes

    • 1 huevo L
    • 30 g panela
    • 37 g aceite suave
    • 32 g miel
    • 185 g puré de calabaza
    • 170 g harina todo uso
    • 5 g cacao en polvo
    • 1,7 g impulsor químico
    • 3 g bicarbonato
    • 1,7 g sal
    • 0,6 g canela en polvo
    • 0,7 g jengibre en polvo
    • 0,1 g clavo molido
  • Raciones: 8

  • Duración: 45 minutos

  • Dificultad:

Elaboración

Elaboración previa para hacer los bizcochitos de calabaza

La calabaza me gusta mucho más si se cocina al horno. Solo hay que colocar el trozo con piel en una bandeja y hornear a 200º C hasta que podamos pincharla completa, unos 45 minutos, pero dependerá del tipo y tamaño de la calabaza.

Usé calabaza cacahuete también llamada butternut. Añado fotos porque es problable que tenga otros nombres. Pesaba 1273 g y saqué 700 g de puré.

Tamiza la harina junto con el cacao, el impulsor, el bicarbonato, la sal y las especias. Reserva.

Engrasa el molde. Yo uso spray antiadherente y extiendo con pincel de silicona.

Comenzamos batiendo el huevo con el azúcar elegido. Me gusta usar panela por su toque de sabor. Puedes usar morena si lo prefieres o blanca, pero su sabor cambiará ligeramente y el color no será tan intenso. Bate hasta que esté espumoso. Empieza con velocidad baja y a medida que vaya creciendo sube a media velocidad.

A velocidad baja añade el aceite en forma de hilo y luego la miel. Integra, costará poco lograrlo.

Añade la calabaza y mezcla.

Integramos los ingredientes secos de tres veces mientras batimos a mano con la varilla.

Vierte la mezcla en los moldes. Recuerda no llenar más de ¾ cada hueco. Puedes añadir unas pepitas de chocolate negro o blanco, como más te guste.

Horno a 175 grados con calor arriba y abajo, 20 minutos. Bandeja centrada. Picha en el centro y si el palillo sale limpio están hechos.

Deja enfriar 10 minutos y desmolda.

Es un bizcochito equilibrado en sabores y estoy segura que con un chocolate calentito debe estar riquísimo.

El molde es lo de menos, así que no te frene eso. Puedes hacer unas magdalenas con pepitas de chocolate estupendas.

Nota

Esta receta se basa en un bundt de Bea Roque sobre la que realicé varias adaptaciones de ingredientes para lograr estos bizcochitos para Halloween.

Brioche Calabaza de zanahoria

Calabaza de zanahoria

Llevaba tiempo queriendo hacer estos brioches de calabaza de zanahoria y me parece que estas fechas son un buen momento. Puedes usarlas para decorar la mesa y darle un toque simpático.

Si quieres el puré de zanahoria se puede sustituir por uno de calabaza, lo dejo a tu elección.

 

  • Ingredientes

    • Prefermento
    • 65 g harina panificable
    • 40 g agua
    • 0,03 g levadura fresca
    • Masa
    • Todo el prefermento
    • 250 g harina de fuerza
    • 50 g panela
    • 5 g sal
    • 2 huevos M
    • 90 g mantequilla sin sal
    • 110 g puré de zanahoria
    • 12 g levadura fresca
    • 1 piel de naranja rallada
    • 2 g canela molida
    • 1,5 g comino
    • 4 semillas de anís estrellado
  • Raciones: 3 piezas

  • Duración: 18 horas

  • Dificultad:

Elaboración

Para hacer este pan de zanahoria he ajustado una receta de brioche, así que el proceso es el mismo.

Prefermento

La noche previa mezclamos la levadura con el agua y luego la harina. Tapamos y dejamos hasta la mañana para usarla. La temperatura ideal ronda los 24º. Si no vas a preparar el pan hasta por la tarde, guarda el prefermento en la nevera toda la noche y sácalo por la mañana.

Brioche Calabaza de zanahoria
Brioche Calabaza de zanahoria
Puré de zanahoria

Pela y corta una zanahoria que pese unos 150 g. Ponla en un cazo con agua hasta que se ablande. Luego tritura y deja en un colador para que escurra algo de agua.

Amasado del pan de zanahoria

He hecho el amasado en panificadora.

Mezcla la harina con el prefermento, el huevo y 60 g de puré de zanahoria.

Añade sal y azúcar.

Echa la levadura desmenuzada en el resto del puré e incorpóralo a la masa.

Deja que repose y comprueba que el gluten se ha desarrollado con la prueba de la membrana.

Si no aún le falta, alterna un par amasados con reposos y repite la comprobación.

Cuando ya esté listo, añade la mantequilla cortada en dados y fría poco a poco.

Añade las especias y la ralladura de naranja. Amasa y pasa a un bol tapado hasta que doble su tamaño.

Desgasifica con suavidad.

Divide la masa en las piezas que quieras hacer. Yo opté por tres calabacitas. Bolea, deja que reposen 10 minutos y forma.

Para darle la apariencia a nuestra calabaza de zanahoria usa hilo de cocina. Necesitamos 4 trozos. En las fotos puedes ver cómo colocarlos. Es importante que no los aprietes ahora porque la masa va a doblar y se marcan demasiado.

Deja que las piezas doblen de tamaño y pincela con leche.

Se hornean a 170º. El tiempo dependerá del tamaño de las piezas, en mi caso 20 minutos fueron suficientes.

Pan de muerto

Pan de muerto

En septiembre aprendí a hacer pan de muerto y me gustó mucho. Lo conocía pero no había tenido ocasión de probarlo, así que ya puestos decidí que fuera mi receta para Halloween de este año tan raro que vivimos. Un pequeño homenaje desde aquí a todos los que el Covid se ha llevado.

El pan de muerto se puede hacer del tirón, pero siempre que es posible, prefiero darle tiempo porque he aprendido que la paciencia tiene sabor y recompensa.

La receta es de Daniel Jordá, una de las tantas que nos ha enseñado y de las muchas que espero que vengan.

No te diré que es fácil. Hay que estar muy atento y no tener prisa.

  • Ingredientes

    • Prefermento
    • 30 g agua
    • 0,1 g levadura seca
    • 50 g harina de fuerza
    • Reposo 8 horas a 20 / 22 ºC
    • Masa
    • 250 g harina de fuerza
    • 60 g azúcar blanca
    • 6 g sal
    • 75 g huevo
    • 50 g leche entera
    • Todo el prefermento
    • 7 g levadura seca
    • 85 g mantequilla sin sal
    • Ralladura de una naranja
    • 5 a 10 g licor (o agua de azahar)
  • Raciones: 2 panes de 300 g

  • Duración: 36 horas

  • Dificultad:

 

Elaboración

Vaya por delante que este pan de muerto se puede hacer a mano, pero yo lo he hecho con ayuda de mi robot de cocina. Si te animas a amasarlo tú, la incorporación de ingredientes lleva el mismo orden, salvo con la mantequilla que la puedes poner más de golpe. Puedes ayudarte de un palo para el estirado de la masa y la incorporación de ingredientes.

Prefermento lento para el pan de muerto

La noche previa a cuando quieras amasar, mezcla con el agua, la levadura y luego la harina. Se te formará una bola durita. Déjala en un táper cerrado durante unas 8 horas* a temperatura entre 20 y 22º C máximo. Esta vez la dejé 13 horas porque puse menos levadura y hacía fresquito.

Por la mañana estará aireado y la con la parte superior abombada hacia arriba.

 
Amasado del pan de muerto

Todos los ingredientes deben estar fríos para que la masa vaya mejor a lo largo de todo el proceso.

Comenzamos pesando y cortando en trozos la mantequilla. La dejamos en la nevera.

Vamos a empezar la mezcla con ayuda de la pala del robot de cocina, harina, sal, azúcar, prefermento, levadura, huevo y la leche. Batiremos hasta conseguir el desarrollo del gluten, necesité unos 25 minutos de amasado dejando algunos minutos de reposo para que la masa se relajara.

Recuerda hacer la prueba de la membrana tras un reposo para asegurarte que el gluten está desarrollado y nuestro pan de muerto tenga estructura para aguartar la mantequilla. Para hacer la prueba, coge un trocito de masa y empieza a estirarlo haciendo como un cuadrado. Debes poder estirarla hasta dejarla muy fina, ver como hebras que cruzan la masa y al romperse debe harcerlo formando un círculo.

Metemos en la nevera el bol con la masa y el gancho, con el que trabajaremos a continuación, durante 10 minutos.

Continuamos el proceso con el gancho y a velocidad baja. Dejamos que la masa se haga bola en el gancho y vamos a ir añadiendo trozos de mantequilla poco a poco. Es importante que la masa no se suelte ni se desparrame por el bol. Si eso empieza a pasar, para el proceso y mete el bol con todo en la nevera 10 minutos.

Una vez incorporada toda la mantequilla, amasa unos minutos más. Incorpora la ralladura de naranja y el licor o agua de azahar. Yo puse 4 g de ron y 4 de agua de azahar. La masa tendrá un aspecto así:

Deja que repose en un bol tapado hasta que arranque el levado, serán unos 45 minutos y deja tapada en la nevera hasta el día siguiente.

Día del horneado

Por la mañana, saca la masa y deja atemperar entre 30 minutos y una hora, el tiempo dependerá de lo que tarde es dejarse manipular. Es una masa con mantequilla y estará durita, pero se maneja bien.

Mi masa en conjunto pesó 600 g y la dividí en dos piezas de 300 g. De cada bola saqué dos piezas de 25 g para los huesos que se cruzan y 5 g para la cabeza. Esas 6 piezas déjalas en la nevera mientras formamos con suavidad cada bola y la dejamos ya en la bandeja donde vayamos a hornear.

Para hacer los huesos según salen de la nevera, estiramos la pieza y marcamos tres dedos en la tira como se ve en la foto. De esta forma el centro del hueso queda plano para que se crucen las dos tiras y la cabeza quede bien encajada. La hacemos rodar mientras marcamos. Colocamos y pincelamos con huevo sobre la bola de masa. Repetimos con la otra tira y la cabeza será solo la pieza de 5 g redondeada. Pon unos granitos de azúcar que ayude a pegarla. Pincela todo con huevo. Deja el pan de muerto ya montado en un lugar sin corrientes como el horno apagado y espera hasta que casi doble su tamaño. ¿Cuánto tiempo? Pues dependerá de la temperatura que tengas. Yo lo he dejado 3 horas y hubiera ido mejor si lo hubiera dejado más porque me greñó un poco.

Cuando haya incrementado bien su tamaño, enciende el horno con calor arriba y abajo a 160º C. No lleva vapor ni aire.

Hornea hasta que se dore bien. En mi caso necesité 28 minutos.

Saca y deja enfriar en una rejilla. Tradicionalmente el pan ya horneado se pincela aún caliente con mantequilla y azúcar, pero me gusta más tal cual.

Notas

* Para el prefermento puedes jugar con la cantidad de levadura, seca o fresca, en función de la temperatura y el tiempo que puedas dejarlo.

Asegúrate de que se forme bien el gluten. Insisto en ello porque de no lograrlo el pan no tendrá la estructura suficiente para soportar la mantequilla y se quedará plano. He visto elaboraciones en las que los aplastan, pero me quedo con los redonditos.

La miga tendrá un aspecto así y ya verás que no podrás parar. En casa no dura mucho, pero hasta el día siguiente me ha aguantado bien.

Pan de muerto

Tarta con huesos

A vueltas con el chocolate, lo sé, pero es pasión y una versión a mi gusto más ligera que la tarta que ya publiqué. Es cuestión de paladares y así tú elijes. Esta tiene un acabado más trabajado con la temática de Halloween. Sabes que huyo de las cosas asquerosillas y prefiero hacer cosas más divertidas.

La tarta base es una receta que aprendí de Pamela de 'Quiero cupcakes'. Los huesos son cosa mía.

  • Ingredientes

    • Bizcocho
    • 4 huevos L
    • 430 g azúcar
    • 200 g aceite suave
    • 50 g leche entera
    • 1 cdta vainilla
    • 320 g harina trigo
    • 80 g cacao polvo
    • 7 g impulsor
    • 1 g sal
    • 160 g agua o café caliente
    • Crema
    • 380 g mantequilla sin sal
    • 380 g azúcar glas fino
    • 90 g cacao polvo
    • 1 cdta vainilla
    • 50 g leche entera
  • Raciones: 16

  • Duración: Un par de horas de trabajo y otras tantas de reposos

  • Dificultad:

 

Elaboración

Consejos previos

Pesa todos los ingredientes, tamizando el cacao, el impulsor y la harina, juntos. Puedes usar dos moldes de 18 cm de diámetro que sean altos o bien 3 que pueden ser más bajos. La diferencia estará en el número de capas y el grosor de las mismas. Para mí dos capas son suficientes, pero lo dejo a tu gusto. Incluso puedes usar 2 de 20 cm; será más baja, eso sí.

El azúcar glas de la crema asegúrate que sea fino, lo que se vende como 'icing sugar'. El azúcar glas tal cual que se vende en algunos supermercados no se disuelve bien y se nota a la hora de comer la crema.

El cacao debe ser sin azúcar, ojo, no sirve el cacao que se le añade a la leche.

Bizcocho

Comenzamos por el bizcocho. Engrasa los moldes que hayas elegido y enciende el horno con calor arriba y abajo a 180 C. Batimos los huevos a velocidad media hasta que estén espumosos y hayan blanqueado. Añadimos el azúcar y batimos un par de minutos.

Con la velocidad al mínimo incorpora el aceite despacio, luego la leche con la vainilla. Bate hasta que esté homogéneo. Agregamos la mezcla tamizada y mezclamos unificando la masa. Añade la pizca de sal.

Por último, incorporamos el agua caliente y batimos despacio. Una vez uniforme podemos repartirla por igual en los modes. Con el horno ya caliente, hornea los bizcochos durante 35 minutos, aunque dependerá de los moldes utilizados.

Antes de sacarlos comprueba con un palillo que están hechos; los pinchas en el centro y si el palillo sale limpio puedes sacarlos. Cuidado porque si no has repartido bien la masa puede que uno esté hecho y otro no.

Espera 10 minutos y desmóldalos. Deja que se enfríen por completo sobre una rejilla.

Para la crema

Batimos la mantequilla a velocidad medio alta unos 5 minutos. Tiene que quedar cremosa. Bajamos la velocidad, añadimos el azúcar glas y el cacao, todo tamizado para evitar grumos. Subimos a velocidad media y dejamos que se mezclen bien varios minutos antes de añadir la vainilla y la leche. Una vez esté homogénea ya podemos pasarla a una manga pastelera con una boca lisa ancha o directamente sin boquilla.

Huesos

Los huesos están hechos con un molde de plástico de Wilton y chocolate blanco.

Montaje de la tarta

Con los bizcochos ya fríos, corta la barriga que se haya formado con una lira. Guarda esos trozos. Coloca uno de los bizcochos y mete algunos huesos. Cubre con una capa de crema haciendo una espiral asegurándote con una espátula que no queden huecos. En el otro bizcocho mete también algunos huesos y colócalo dejando la parte lisa hacia arriba.

Ya solo nos queda poner una capa ligera de crema y pasar una espátula para hacer los que se llama la cubremigas. Es una capa fina para evitar que nos caigan migas en fases posteriores. Metemos en la nevera media hora.

Ahora sí cubrimos la tarta toda a la redonda con una capa de crema y alisamos. Queremos que queden zonas más profundas y para ello ponemos crema en la franja alta y en la baja de forma irregular y así al alisar nos quedarán esos huecos donde colocaremos los esqueletos. En la parte superior también ponemos crema y alisamos mientras hacemos el lateral. Todo a la vez. Aún los bordes lisos se me resisten, pero es cuestión de práctica, así que más tartas vendrán.

Lo ideal es hacer todo ese proceso dejando la tarta en la nevera unos 20 minutos al menos antes de hacer la siguiente capa.

En la parte superior ponemos las migas de las barrigas cortadas simulando tierra. Es cuestión ya de los huesos que tengas y cómo quieras repartirlos; es la parte más divertida de todas y ya acabamos.

Consérvala en la nevera aunque para comerla me gusta sacarla unos 20 minutos antes para que no esté muy fría.

Nota:

Depués de hacerla un par de veces más, hay una mejora que hacerle. Corta cada bizcocho en dos de forma que obtengas 4 capas. Es más rico comerlo así, pero ojo que la crema queda justa.

El impulsor, es lo que se suele llamar levadura química o levadura royal.

Galletas de mantequilla

Galletas de mantequilla

Se acerca la fecha de celebración de Halloween, finaos o lo que quieras. Lo cierto es que fue tan divertido el año pasado que no iba a dejar pasar la ocasión. Algo tan sencillo como un brownie y unas galletas de mantequilla decoradas hacen una fiesta. Confieso que los ojos, cerebros y similares no me llaman porque no son apetecibles, aunque hice un dedo y me reí mucho. Feo es un rato y al final sé que caerá.

Así que con ganas de estar un buen rato en la cocina, unos cortadores de fantasmas, personas y tumbas, se monta este postre. Aquí la receta del brownie y a continuación las galletas. Como ya es habitual la he adaptado reduciendo el azúcar de las recetas vistas.

  • Ingredientes

    • 500 g harina de trigo
    • 200 g mantequilla sin sal
    • 125 g azúcar glas
    • 2 huevos M
    • 1 cucharadita vainilla
    • Decoración
    • 60 g chocolate blanco
    • 75 g chocolate negro
  • Raciones: 40

  • Duración: 2,5 horas

  • Dificultad:

Elaboración

Necesitamos que la mantequilla esté suave, así que sácala unas horas antes de empezar con la elaboración. Los huevos también deben estar a temperatura ambiente. Tamiza el azúcar glas por un lado y la harina por otro.

Con todo esto listo, comenzamos batiendo la mantequilla y añadimos el azúcar. Basta con que se mezcle.

Incorporamos los huevos y la esencia de vainilla. Seguimos batiendo y vamos añadiendo la harina. Cuidado porque toda es demasiada para la máquina, así que recomiendo que cuando lleves poco más de la mitad añadida, continúes amasando a mano. No te asustes, es muy tratable.

Debes conseguir una bola uniforme y suave que no quede pegada en tus manos. Una vez la tengas, divídela en dos, aplana ligeramente y a la nevera al menos cuarenta y cinco minutos. Con esto se enfría mejor y cuando empieces a estirar la masa, podrás dejar una mitad que siga enfriando.

Enciende el horno a 180º calor arriba y abajo. Saca las bandejas.

Pon una de las piezas de masa entre dos papeles de horno, y con ayuda de un rodillo forma una lámina de grosor uniforme. Yo uso un rodillo con anillos en los extremos y va estupendo.

Corta las galletas, quita la masa entre las figuras y vuelve a amasar, dejar enfriar y vuelta. Así con toda la masa. Según llenes una bandeja, al horno entre 10 y 15 minutos, depende del grosor de las galletas. Mientras tanto ve preparando la siguiente horneada. A mí me salieron 5 bandejas, unas 40 galletas.

Déjalas enfriar.

Decoración

Galletas

Lo más sencillo para decorar estas galletas de mantequilla con motivo de Halloween es usar chocolate. Así tal cual. Derretir al baño maría y con una manga cortando apenas la punta, primero se hace el borde y luego se rellena. Espera que se seque un poco para decorar con el otro. Aquí la imaginación y la habilidad hacen el trabajo. Por suerte contaba con la maña de mi pinche favorita que disfruta como nadie con la manga. Una vez finalizadas déjalas en la nevera.

Las que no decores se conservan bien en una lata o bote bien cerrado.

Ya solo queda cortar el brownie y montar las galletas con cuidado. Haz un corte superficial del tamaño de la lápida para que entre con facilidad. El montaje es cuestión de imaginación y se puede complicar todo lo que quieras.

Dedo Halloween

 

Tarta asesina

Tarta asesina

Halloween parece que ha venido para quedarse y cada vez tiene más presencia por todas partes. Yo me he rendido y he ideado una tarta para la ocasión, la tarta asesina muahahaha. Ha sido muy divertido pensarla y buscar la forma de hacerla sin demasiada complicación. No te asustes por la extensión de la receta, es que viene todo explicado.

Es una cara malvada que devora sin compasión a los hombres de jengibre, quienes atrapados entre sus fauces están perdidos. La sangre cae y cuerpos despedazados cuelgan ya sin vida. A medida que la iba haciendo se me ocurrían más cosas pero eso ya será para otra ocasión. Me lo he pasado pipa, eso te lo aseguro. 

La tarta en esencia es una red velvet con frosting de queso. Las galletas son de jengibre y la sangre es sirope de fresa. Son elementos comunes así que manos a la obra.

  • Ingredientes

    • El bizcocho
    • 300 g harina
    • 250 ml leche entera
    • 2 cucharaditas de zumo de limón
    • 200 g panela o azúcar moreno
    • 120 ml aceite de girasol
    • 2 huevos L
    • 1 cdta. extracto de vainilla
    • 2 cucharadas cacao en polvo sin azúcar
    • colorante en gel rojo
    • 1/4 cdta. sal
    • 2 cucharaditas vinagre blanco
    • 1 cucharadita bicarbonato
    • La cara
    • 80 g chocolate de cobertura
    • 30 g nata líquida
    • Frosting de queso
    • 40 g mantequilla
    • 75 g azúcar glass
    • 100 g queso de untar
    • Galletas de jengibre
    • 400 g harina de trigo
    • 65 g panela
    • 85 g miel
    • 1 huevo L
    • 115 mantequilla
    • 1 y ½ cucharadita de jengibre
    • ¾ cdta. canela polvo
    • media cdta. clavo polvo
    • ¼ cdta. bicarbonato
    • pizca de sal
    • sirope de fresa
  • Raciones: Tarta 8

  • Duración: 4 horas

  • Dificultad:

Elaboración

Antes de comenzar con los pasos a seguir, un detalle que se omite con frecuencia y que para mí es importante: la medida del molde utilizada es de 18 cm de diámetro. Tengo dos y los cocino a la vez. Es cierto que los bizcochos quedaron bajitos, pero olvidé el truco del paño mojado rodeando cada molde, aunque al final me gustó la forma. Si quisieras una tarta más alta tendrás que incrementar proporcionalmente los ingredientes o usar un molde de 15 cm. Aviso que como ya es habitual, tiene mucha menos azúcar que otras recetas que puedas encontrar.

Respecto a la duración en la elaboración, yo lo hice todo en dos días. El primero los bizcochos y la crema. El segundo las galletas y el montaje.

En los ingredientes indico leche y limón. Realmente debería ser buttermilk pero como no lo encuentro esta es la alternativa más sencilla. Echamos en un vaso la leche y el limón para que se corte. Se quedará grumosa al cabo del rato, es así como se emplea.

Los ingredientes a temperatura ambiente salvo que se diga lo contrario.

Bizcocho

Enciende el horno a 180°C. Prepara el molde o moldes que vayas a usar con spray antiadherente o el clásico de mantequilla y harina para que se desmolde con facilidad.

Vamos a empezar pensando y tamizando la harina junto con el cacao. Pesamos el resto de ingredientes. La he preparado en un robot de cocina, pero con las varillas de repostería del brazo de cocina se puede hacer sin problema. Batimos los huevos para que espumen. Añadimos el azúcar y seguimos hasta tenerla integrada y algo cremosa. Incorporamos el aceite y extracto de vainilla. Batimos.

Es el momento de añadir un tercio de los ingredientes secos, pero mezclamos lo justo para que se integre. Echamos la mitad de nuestro buttermilk casera, otro tercio de harina, el resto de la buttermilk y el resto de lo tamizado. Te recomiendo no sucumbir a la tentación de echar más cacao porque se oscurecerá demasiado y el rojo no se verá. Añadimos el colorante. No indico cantidad porque realmente la pongo a ojo, lo siento. Si quieres un referente puedo decirte medio garbanzo. Lo mezclo bien y repito la operación si veo que le falta color. Tampoco queremos que se quede rojo radioactivo, pero bueno, es un color, así que al gusto.

Con el horno ya caliente y todo listo, mezclamos el bicarbonato y el vinagre. Harán espuma y de inmediato lo añades a la masa. Remueves un poco, vuelcas en el molde y al horno. Tiene que ser rápido porque eso es lo que hará que nuestro bizcocho suba. Si te fijas no hay levadura en los ingredientes y ese es el motivo.

Baja la temperatura a 170ºC y deja que se hornee. En mi caso, como eran dos moldes los tuve 25 minutos. Si lo haces en uno te llevará un poco más. Probablemente unos 35 minutos. Recuerda no abrir el horno como mínimo hasta pasados 20 minutos. Pincha con un palillo y tiene que salir limpio. Una vez hechos espera 10 minutos y luego desmolda con cuidado. Pásalos a una rejilla hasta que enfríen por completo.

La cara

Cuando estén fríos puedes cortar la barriga del bizcocho. Yo corté solo parte de las barrigas y con una de las tapas hice la cara. Recorté la boca y le di al resto un baño en chocolate.

Derrite el chocolate al baño maría, luego añade la nata, remueve y deja que baje la temperatura. Luego puedes echarlo por encima de la cara, preferiblemente sobre una rejilla que deje que gotee el exceso.

Reserva y a la nevera.

Frosting

Vamos ahora con el frosting. Batimos la mantequilla a temperatura ambiente hasta que sea cremosa, añadimos el azúcar glass tamizado y batimos hasta que se integren bien. Luego incorporamos el queso de untar que debe estar frío. Una vez lograda una crema uniforme podemos rellenar nuestra tarta, con proporcionalidad al ancho del bizcocho, que la crema es deliciosa pero no conviene excederse.

Se conserva en la nevera.

Galletas de jengibre

Galletas

Pondré la receta también de forma individual para cuando las vayas a repetir, pero hoy va todo en bloque.

Comenzamos tamizando la harina y las especias. Batimos la mantequilla con la panela o azúcar morena hasta lograr un masa esponjosa. Añadimos el huevo batido y batimos suave hasta que se integre. Incorporamos la miel logrando ya una crema y a mano mezclamos lo tamizado. Lograremos una bola uniforme que no amasaremos más. Recomiendo dividir la masa en 6 partes, aplanarlas y meterlas en la nevera envueltas en film transparente.

Enciende el horno a 180ºC.

Es importante que la masa esté fría para que al cortarla no se desmigaje. Espera por lo menos una hora antes de sacar uno de los paquetes. Lo mejor es que la extiendas sobre un papel de horno y la cubras con papel film para que no se pegue y poder levantar bien las galletas. Extiende masa, corta con el molde de la galleta y colócala sobre una bandeja de horno cubierta con papel de horno o lámina de silicona.

Con estas galletas estrené mi rodillo con anillos de grosor y usé el de 3,2 mm, una maravilla, la verdad. Intenta que la masa tenga un grosor uniforme para que todas las galletas se hagan por igual.

Con el horno ya caliente a 180ºC, mete la primera bandeja de galletas con calor arriba y abajo durante 10 minutos. Sácalas y colócalas sobre una rejilla para que se enfríen. Repite el proceso con el resto de la masa. Con las cantidades de la receta salen un montón de galletas, unas 50 calculo. El tamaño de mi cortador es de 9 cm.

Los recortes y deformaciones de las galletas de la tarta asesina hay que hacerlos antes del horneado.

Montaje
Tarta asesina
Tarta asesina

Hecho ya todo solo queda montar la tarta. Echamos un poco de frosting sobre la parte superior y colocamos la cara. Los ojos y las cejas son de frosting dibujados con manga pastelera.

Clava los trozos de galletas elegidos en la boca y otros en los laterales pegándolos con un poco de frosting. Por último con sirope de fresa tendrás la sangre. Echa en la boca y hazle unos churretes por los muñecos.

Ahora da palmas como yo porque, ¡por fin se acabó! Lo mejor es que está buenísima y queda muy graciosa en la mesa. Consérvala en la nevera.