Estos son Snowie y sus amigos: unos muñecos de nieve que ideé para el reto #dale1vueltaa que nos proponía hacer un trampantojo. Todo lo que ves se come, es divertido como decoración y, lo más importante, está rico.
La combinación de sabores es un éxito asegurado: cacao, chocolate blanco, cardamomo y cubierta de coco rallado. Antes de regañarte por el dulzor del chocolate blanco, déjame decirte que el cardamomo le aporta mucho frescor y ligereza. Fue un gran descubrimiento que hice a comienzos del verano.
Es una elaboración sencilla y divertida. Puedes decorar los muñecos como quieras. Yo usé unos sprinkles para los ojos, boca y botones. La nariz sale de una onza de chocolate cortada cuchillo.
Participaron en el reto:
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- El zurrón de los postres con un "Estropajo trampantojo"
- Todo con azúcar, "Trampantojo de huevos fritos y papas fritas"
- Mi toque en la cocina, "Galletas lápiz"
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Ingredientes
- Cuerpo:
- 80 g agua
- 30 g cacao en polvo
- 112 g mantequilla sin sal
- 190 g azúcar
- 2 huevos L
- 180 g harina todo uso
- 120 g buttermilk
- 7 g bicarbonato
- 1 pizca de sal
- ½ cdta. vainilla en pasta
- Cabeza y cobertura:
- 120 g chocolate blanco
- 30 g nata
- 20 semillas de cardamomo
- coco rallado
- sprinkles
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Raciones: 6
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Duración: 2 horas
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Dificultad:
Elaboración
Para hacer estos muñecos de nieve empieza por el bizcocho del cuerpo. Tienes que esperar que se enfríen para poder manipularlos y cubrirlos.
Cuando prepares la mezcla de la cabeza, tienes que usar una parte templada como cobertura y el resto, cuando se solidifique, para hacer las cabezas.
Cubre todo con coco y decora.
Cuerpo de Snowie
Comenzamos untando el molde, bien con espray antiadherente o con mantequilla y cacao. Yo usé unos moldes esféricos, pero también puedes usar semiesféricos y unirlos con chocolate blanco.
Enciende el horno a 180º C, calor arriba y abajo, sin aire.
Si no tienes buttermilk, echa 2 cucharaditas de zumo de limón a la leche y espera unos minutos.
Tamiza la harina y reserva.
Hierve el agua, añade el cacao y disuelvelo bien. Deja que se enfríe un poco antes de añadirlo a la mezcla.
Batimos la mantequilla con el azúcar, a velocidad media, unos minutos hasta que sea una mezcla uniforme y ligera. Incorpora los huevos, uno a uno, dejando que se integre antes de añadir el siguiente.
Baja la velocidad y echa un tercio de la harina, luego la mitad del buttermilk, otro tercio de harina, el resto de la buttermilk y acaba con la harina. Echa también la sal y el bicarbonato.
Añade el cacao y la vainilla. Deja que se integre todo bien y ya tendrás tu elaboración del cuerpo de Snowie lista para hornear. Solo tienes que rellenar el molde elegido teniendo en cuenta que la masa crece, así que bastará con echar ¾ partes.
Hornea 15 minutos y comprueba si está hecho. Pincha la masa con una brocheta y si sale limpia ya está cocinado. De no ser así, deja unos minutos más según salga la brocheta. Desmolda con cuidado porque el bizcocho queda muy esponjoso y se puede romper. Yo tuve que esperar casi media hora para poder sacarlos del molde.
Cabeza de Snowie
Como cabezas hice unas sencillas trufas de chocolate blanco.
Machaca las semillas en un mortero y reserva. Ojo, las semillas son las bolitas negras que vienen dentro de las vainas. Primero escacha un poco la vaina y saca las semillas que son lo que tienes que machacar.
Por un lado, hierve la leche y deja que se enfríe un poco antes de echarla en el chocolate derretido.
Por otro lado, derrite el chocolate blanco en el microondas en tandas de 15 segundos. Remueve bien el chocolate cada vez para repartir el calor y que no se queme. El chocolate blanco se derrite con facilidad.
Echa la leche en el chocolate, unifica y añade el cardamomo.
Con esta mezcla, antes de que se espese, debes cubrir las piezas de bizcocho de los cuerpos.
El resto de la mezcla se guarda tapada hasta que espese y puedas formar las cabezas. Una vez tengas las bolas hechas, cúbrelas con coco y decora. Guárdalas en lugar fresco.
Ya solo tienes que decorar como quieras y colocar la cabeza en su sitio. Si no se van a mover bastará con que las coloques encima. Si las vas a mover puedes clavarles un palillo para que se sujete la cabeza al cuerpo, pero por favor, ¡quítalo si alguien va a comerlo!
Nota
Cuando se hornean bizcochos es importante no abrir el horno hasta que al menos lleve cerca de las tres cuartas partes del tiempo indicado. Mi recomendación es no abrirlo sino lo imprescindible cuando ya lo vemos y huele a hecho. Controla que no haya corriente de aire.
Las bufandas que lucen Snowie y sus amigos son un velo de gelatina experimental, pero tengo que trabajarlo más para poder darte una receta que funcione con seguridad.